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El cantante demostró por qué fue la chispa que prendió la mecha y transmitió la música latina a nuevas generaciones. Con Eruca Sativa como banda invitada, interpretó canciones de Charly García y Fito Páez

Foto tras foto, como si fuera una ventana al pasado, la pantalla muestra el recuerdo de un niño, de un joven, de un soñador que a lo largo de 30 años llevó la música de su tierra por todo el mundo. La emoción se empieza a sentir, las banderas colombianas comienzan a alzarse y el furor por Carlos Vives invade a un Movistar Arena colmado, listo para vivir una noche única que dejará en claro por qué es la chispa que prendió la mecha de la música latina.

Arremangado, con una bandana en la muñeca y una camisa negra, sus rulos salvajes se hacían presentes bajo una estela amarilla, mientras empezaba a sonar ‘Pa`Mayté’, uno de los clásicos del artista colombiano. El color y la alegría se adueñaban de la escena y nadie podía dejar de seguir el ritmo. Así, luego siguieron hits como ‘Déjame Entrar’, ‘Ella es mi Fiesta’ y ‘La Bicicleta’. “Es una herencia que recibí en mi casa y para mi es un honor regresar después de algunos años”, dijo Vives anticipando la esencia que tendría la noche.